lunes, 27 de febrero de 2012

En ocasiones me da por pensar, que un día frío me sentaré en una terraza de Roma, con los labios perfectamente pintados de rojo,y entre risas le diré al hombre de mi vida:

- Parecemos los protagonistas de un anuncio de Martini.

Y, después de unas copas, y un par de miradas cómplices, él sujetando mi cintura y yo buscando su mano, nos iremos al hotel más caro de toda la ciudad.

En una tarde que hace frío, y nosotros ardemos. Como sólo saben hacer algunas personas, con más madera que huesos

No hay comentarios:

Publicar un comentario