En ocasiones me da por pensar, que un día frío me sentaré en una
terraza de Roma, con los labios perfectamente pintados de rojo,y entre
risas le diré al hombre de mi vida:
- Parecemos los protagonistas de un anuncio de Martini.
Y,
después de unas copas, y un par de miradas cómplices, él sujetando mi
cintura y yo buscando su mano, nos iremos al hotel más caro de toda la
ciudad.
En una tarde que hace frío, y nosotros ardemos. Como sólo saben hacer algunas personas, con más madera que huesos
No hay comentarios:
Publicar un comentario